Cómo ha cambiado esa frase de Voltaire. Hoy se practica el :
No estoy de acuerdo con tus ideas, así que me encantaría quitarte de en medio porque no piensas igual que yo.
Repasemos la historia.
Hace veinticinco años, durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, fue derribado un Muro, símbolo de dos de las guerras más crueles y sanguinarias que se recuerdan y recordarán por siempre.
En ellas, se cometieron las mayores atrocidades contra el ser humano que recuerda la historia. Dejó mantos de cadáveres en campos de exterminio, en explanadas, en ciudades, en los cielos y en los mares. Por toda la tierra se podía oler a sangre, se podía masticar la sangre, y se veían caudales de sangre , montañas de cadáveres destrozados , y otros cadáveres aún andantes a los que les faltaban trozos de sus cuerpos y olían a muerte.
Luego de ese mal tan horrible, que sacudió al mundo por completo, cuando ya todo pasó, y pareciera que la humanidad iba a regenerarse y tomar conciencia de todo aquel mal, y de aquel destrozo humano, de destrozar ciudades, pueblos, palacios, catedrales, luego de terminar con uno de los asesinos más horribles que introdujo el símbolo al que la humanidad debería temer siempre, comenzó la denominada “Guerra Fría”, un conflicto que dividió política y económicamente al Mundo entero en dos Grandes Bloques.
La URS ( bloque socialista), y los EE.UU (Bloque Capitalista junto con Francia y G. Bretaña)y que se hicieron con el poder en Alemania después de la ocupación, y la derrota del ejército nazi y con la excusa de regenerarla comenzaron su carrera imperialista dividiéndola en dos.
“El muro de la Vergüenza”, llamado así por los propios alemanes, se extendía a lo largo de 45 kilómetros, dividió a la ciudad de Berlín en dos partes, además de 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad ( República Federal Alemana), del territorio de la parte soviética o RDA ( República Democrática Alemana). Su pared medía más de cinco metros de altura y estaba coronada por un tubo de 40 centímetros de diámetro que impedía aún más la posibilidad de atravesarla. Aparte de ello, existía la llamada “franja de la muerte” o tierra de nadie, un área de aproximadamente dos metros de anchura, limitada por una verja de dos metros de altura que, en algunos tramos, estaba minada y electrificada y se encontraba permanentemente vigilada por soldados armados y perros adiestrados.
Pues bien, después de 28 años de oprobio, de políticas férreas y opresoras, y de no pocas muertes, y tratados- de esos que los hombres suele hacer, pero de los que se olvida rápido-
en aquella noche del 9 al 10 de noviembre miles de berlineses, tanto del lado oriental como occidental, se aglomeraron frente al muro y sus barreras fronterizas dando paso a uno de los hechos más simbólicos que se recuerdan del siglo XX : la caída del Muro de Berlin.
Muchos jóvenes alemanes orientales, con pequeñas mochilas al hombro, vacilaron antes de saltar el Muro. Una hora antes, sólo aventurarse cerca de la barrera habría significado la muerte inmediata. Pero ahora muchas manos desde el otro lado se extendieron para ayudarlos. Como tantos otros, esa larga noche del jueves 9 de noviembre, saltaron finalmente las barreras que fueron completamente inútiles, paseándose felices por las iluminadas calles de Berlín Occidental.
Otros, en tanto, con martillos e improvisadas picas en las manos, compartieron desde arriba del muro la alegría de derribarlo trozo a trozo, muy cerca de la imponente puerta de Brandenburgo. Desde lejos los sombríos policías de la ex RDA observaban recelosos, pero por el otro lado los improvisados anfitriones occidentales se fundieron en un emocionado abrazo con sus visitantes.
Calló el Muro.
Y con el pareció que las fronteras del mundo se abrían de nuevo a la Paz, a la Esperanza y a la Libertad.
Pero eso no es cierto. Esos dos bloques que dividieron al mundo aún están. Y Desde entonces la sociedad no se ha dejado de levantar muros, y no han sido de hormigón, hierro y ladrillos.
Son Muros Simbólicos, Muros de Conciencia, Muros de Palabras , Muros de Actos y Muros de Omisión, Muros de Odio, Muros de Hipocresía, Muros de Orgullo, Muros de Poder. Pero los peores son los Muros en el Corazón y en las Mentes. La sociedad está más divida en Muros que nunca nos han flanqueado para que no podamos tocarnos, ni siquiera con el corazón y ahí falla todo. Lo más probable es que la humanidad a base de muros termine deshumanizada, no razone, ni sienta. No veo al contrario, porque estoy encerrada en mi propio muro, no puedo mirarlo, ni entenderlo, ni sentirlo: las paredes del odio, de los símbolos, de la conciencias, de las palabras, del orgullo, de la sinrazón.
Incluso a nuestras páginas de Facebook las llamamos “Muros”
¿Por qué cuento todo esto? Y ¿ por qué empecé con la frase de Voltaire?
Hace unos días entré en un “Muro” donde se habían colgado las declaraciones de un político de éste país. Es decir, UNA PERSONA de éste país, ya sea que nos represente, o no, nos pueda gustar más o menos. Y podamos estar en desacuerdo con su declaración, puedo meterme con esa declaración, incluso juzgarle a él por esa declaración, y como político puedo ponerle a parir. Pero los términos que vi me hicieron reflexionar en qué hemos terminado y cómo hemos podido llegar a estos límites de odio, filias, fobias y deshumanización; los comentarios eran aberrantes, deseaban su muerte, deseaban despeñarlo en su silla de ruedas por ser discapacitado, se metían con sus orígenes por no haber nacido en España, lo llamaban mullido, tarado, horrible, y todo por una frase que no contenía ningún tipo de contenido radical, ni deshumano, una simple ironía contra la familia real de la que en éstos días todo el mundo da su opinión, más desafortunada o menos. Pero hasta qué límites hemos dejado la frase de Voltaire a un lado, para desear la muerte de otro ser humano que no opina como tú.
No dejo de darle vueltas a esto. Y a que la humanidad no aprende nada a pesar de los sufrimientos que hayan podido infligir contra ella, ya sea através de las guerras, la opresión, o las injusticias, los muros para separarnos, se sigue confundiendo a los auténticos regidores del sufrimiento, o tal vez busquen parecerse a ellos, desde el momento que no tiene consideración por el propio ser humano, ni respeto, ni empatía y se trata a cualquier semejante como a un criminal, y al criminal como a un Dios.
PSOE de Camas al Servicio de todos los Cameros y Cameras